Vilac Tongue drum

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Este producto procede de la tienda electrónica

Este instrumento de percusión metálico con un sonido zen y relajante tiene, según se dice, origen azteca. Al igual que un xilófono, cada "lengüeta" de metal crea un sonido único. El sonido zen tiene un carácter relajante y meditativo, similar a la meditación zen. Se trata de expresiones sonoras que tienen la capacidad de relajar la mente y el cuerpo, y de aportar una sensación de calma, armonía y equilibrio. El sonido zen puede caracterizarse por la simplicidad, el ritmo lento, el uso mínimo de instrumentos o melodías y la presencia de espacio y silencio entre las notas. A menudo se asocia con la relajación, la meditación, la música de yoga y otras prácticas centradas en el bienestar mental y el desarrollo espiritual. El tambor está afinado en Do mayor y equipado con una octava. Permitirá a los niños adquirir habilidades básicas en la música mientras se divierten. Un equipo de expertos musicales ha creado notas especialmente para este instrumento, para que los niños puedan comenzar con algunas melodías conocidas. La hoja informativa también ayudará a comprender la relación entre los sonidos emitidos por el tambor y las sílabas de solfeo, también la notación clásica (escala de Do mayor escrita también con letras anglosajonas), así como la concordancia con la duración de los tonos, el ritmo (corcheas, negras, blancas, etc.). Principales características: juguete para familiarizarse con los tonos y ritmos sonido original, suave y relajante grabaciones de notas especiales 2 unidades de baquetas de madera el tambor está afinado en Do mayor
Información de tallas

El fabricante Vilac puede presumir de una estrecha colaboración con la agencia ADEME, una organización gubernamental francesa que se ocupa de una amplia gama de actividades encaminadas a la protección del medio ambiente. La historia de esta agencia se remonta a los años 70, a la época de la crisis del petróleo. Colabora activamente con políticos, organizaciones públicas, el sector privado y los ciudadanos. Está detrás de recomendaciones, propuestas de procedimientos técnicos, metodológicos y financieros, estudios y campañas de sensibilización. Gracias a su larga trayectoria, ADEME es reconocida como un tercero de confianza que ofrece garantías de esfuerzo por un futuro sostenible. Al adquirir un producto de un fabricante que colabora con esta agencia, el cliente puede expresar su voluntad de preservar el medio ambiente a través de procedimientos estrictamente evaluados e innovaciones clave en todo el proceso de su creación.

Desde hace más de 100 años, la empresa VILAC cumple los sueños de los niños. La marca francesa VILAC, como buque insignia de la industria francesa para la fabricación de juguetes de madera, tiene su sede en el corazón de la cordillera del Jura, rodeada de montañas, lagos y bosques. VILAC fabrica juguetes de madera desde 1911 de la mano de la producción tradicional, las tendencias modernas, una economía adaptable y un énfasis en la ecología. Los juguetes se fabrican con madera procedente de bosques gestionados de forma sostenible, respetando la biodiversidad y con un gran énfasis en las tecnologías respetuosas con el medio ambiente. Para el suministro de madera, VILAC prefiere rutas cortas. Utiliza maderas locales y se asegura de que se plante un nuevo árbol por cada árbol talado. Dado que hoy en día ya no podemos ignorar los desafíos de los problemas ecológicos, VILAC se ha comprometido a defender nuestro planeta. El río, después de todo, está formado por muchas pequeñas gotas. Por eso, VILAC continúa con sus actividades respetuosas con el medio ambiente.

VILAC también sigue los pasos de las antiguas fábricas de torneado que antaño dieron fama a la región: artesanos que tornean, alisan, pulen, barnizan y decoran la madera con cariño en su taller de la cordillera del Jura. Se utiliza haya, carpe, aliso o boj de los bosques franceses de los alrededores, esta madera garantiza la especificidad y la calidad de la producción. Hay tantas historias sobre estos artesanos que aman su oficio y que han conseguido transmitirlo. De hecho, no ha cambiado mucho en los últimos 110 años, y eso es bastante reconfortante. Los gestos son casi los mismos, el ruido de las máquinas, los sonidos del tallado y el barnizado de la madera crean la misma melodía. Y, sobre todo, en el taller todavía se huele el serrín de haya, que evoca recuerdos de antaño. Cuando la empresa no tiene los conocimientos técnicos necesarios para algunos juguetes en Francia, los fabrica en el extranjero, donde aplica los mismos requisitos de calidad. En la producción, elimina el uso de todas las piezas de plástico, excepto cuando es necesario para la seguridad de los niños. Y esto también se aplica a los embalajes de los productos. VILAC aplica altos estándares de calidad y seguridad a la fabricación de juguetes tanto en Francia como en otros países extranjeros.

VILAC colabora en la fabricación de juguetes con talentosos ilustradores, artistas y diseñadores que cr